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martes, 29 de mayo de 2012

Por la puerta de atras

El sexo anal es una practica tabú en nuestra sociedad, se sale del concepto habitual de relaciones sexuales (penetración vaginal) y además involucra una zona de nuestra anatomía que aún se considera sucia. Así cuando se piensa en esta practica se llega a expresiones como antinatural, pecaminoso, asqueroso y vicio.

La idea se relaciona inmediatamente con la homosexualidad masculina, las parejas heterosexuales que lo practican raramente lo comentan con amistades y desde luego es secretísimo si es el hombre el que lo recibe de la mujer.

A pesar de ese halo de misterio y condena, pocas personas pueden decir sinceramente que no sienten curiosidad por el sexo anal...es lo que tiene el misterio y la condena. 

Eliminemos mitos y miedos...


Mito 1. Solo los hombres homosexuales reciben placer del sexo anal.

Este mito es ridículo pero muy común e importante, ya que hace que muchos hombres rechacen esta practica por miedo a disfrutar y descubrir así que son homosexuales. Por supuesto que podemos negarnos a la penetración anal, sin ninguna duda, el problema está cuando tenemos ideas erróneas que hacen que nos sintamos mal simplemente por pensar en la posibilidad. Esto ha ocurrido con todas las practicas fuera de la penetración vaginal; sexo oral, masturbación, sexo fuera del matrimonio...han arrastrado mitos que han llevado a mujeres y hombres a reprimir deseos o, lo que es peor, a mortificarse por "haber caído en la tentación".

Nuestra anatomía no cambia dependiendo de la orientación sexual, nuestras terminaciones nerviosas están situadas exactamente en los mismos lugares así que no tiene ningún sentido que un tipo de estimulación sea más o menos agradable dependiendo de si te gustan los hombres o las mujeres. De hecho a muchos hombres homosexuales no les gusta el sexo anal y eso no les hace más heterosexuales.

Mito 2. El sexo anal duele.


En realidad se debería decir "el sexo anal puede doler". Si, puede doler si se hace mal. El problema está en cuando se trata al ano como a una vagina. La vagina es elástica, tiene lubricación propia y se dilata rápidamente. El ano no tiene lubricación, está rodeado de músculos fuertes y tarda en dilatarse. Teniendo eso en cuenta el sexo anal no tiene porque doler en absoluto.

Mito 3. El sexo anal solo lo disfruta quién penetra.

El ano es muy sensible tanto en el hombre como en la mujer así que es una zona susceptible de recibir placer. Si hablamos de orgasmo se puede decir que el hombre tiene más facilidad que la mujer para llegar al orgasmo recibiendo solamente estimulación anal, esto se debe a que es una manera sencilla de acceder a la próstata, que contiene muchas terminaciones nerviosas y facilita la eyaculación.

En la mujer, como ya he comentado, la manera más sencilla de llegar al orgasmo es con la estimulación del clítoris y el sexo anal por si mismo es una manera complicada, pero si que tiene un gran poder de excitación mental y si aprovechamos esto junto a la estimulación del clítoris contamos con una apuesta segura para llegar al climax.

Mito 4. El sexo anal es sucio.

Podemos decir lo mismo que en el mito anterior "El sexo anal puede ser sucio". Al practicar sexo anal debemos asumir cierta suciedad, el pene no va a salir limpio y reluciente, pero tampoco sale así de la vagina. Con una higiene normal y sabiendo elegir el momento, esa suciedad es perfectamente pasable. No son necesarios enemas ni medidas especiales.

De todas formas, es muy recomendable el uso de preservativo, llevan lubricante, aíslan de la suciedad y lo que es más importante; protegen de las ETS.

Terminando con los mitos pasemos a los consejos.


Si quieres practicar sexo anal necesitarás...

  • Preservativos: mejor si son especiales para sexo anal, algo más duros y resistentes.
  • Lubricante: También los hay especiales pero se puede utilizar cualquiera, de hecho el ano tiene una mucosa más resistente que la vagina y no es tan susceptible a cambios de PH etc. así que se puede utilizar desde vaselina hasta aceite de bebé.


Lubricante anal. AquaGlide.
Como he dicho antes, el ano no tiene lubricación propia y tarda más en dilatarse lo suficiente para permitir la penetración, así que es imprescindible llegar a un punto alto de excitación antes de intentar introducir nada.

Paso a paso.

Es una buena idea conocer la zona primero en solitario, puedes pasar el dedo por la entrada del ano y observar tus reacciones y sensaciones. La ducha es un buen momento para probar a introducir un dedo, te sentirás más comod@ por la limpieza y puedes utilizar jabón como lubricante. 

También en pareja es necesario comenzar estimulando con un dedo y lubricante, en un punto de alta excitación introducir el dedo lentamente y permitir que la zona se dilate, poco a poco podremos ir metiendo otro dedo y, cuando veamos que el ano esté suficientemente dilatado, comenzaremos a introducir el pene.

El pene se introducirá despacio y si se nota alguna molestia, no se retirará ni se continuará penetrando, simplemente se dejará quieto durante unos segundos, hasta que el ano siga dilatándose y permita la entrada del pene. 

Bolas anales FlexiFelix (Fun Factory)
Una vez dentro, puede comenzar la estimulación despacio. Es importante que la persona que recibe el sexo anal controle el ritmo de la penetración. Al finalizar es posible que se note una sensación de dilatación que se pasará al cabo de unos minutos cuando el ano vuelva a su posición inicial.

La estimulación del ano también puede hacerse solo con los dedos o con juguetes como las bolas anales (en la foto),solo cuidando que los objetos que introduzcamos sean especiales para sexo anal o tengan un "tope" que impidan que se queden dentro del ano, ya que tiene una gran capacidad de absorción. 






4 comentarios:

mmm...la verdad es que siempre he pensado que es una vía de salida y no de entrada y me da algo de vergüenza, pero tengo amigas que lo han probado y les ha gustado muchísimo.

Otro tema es que a mi marido no le entusiasma la idea, le pondré a leer esto a ver si se anima, sino pues nada, que creo que puedo morir tranquila.

Gracias Marta

Cada órgano tiene una función natural, cada error una consecuencia.

La función natural de la boca tampoco es recibir genitales y estoy segura que disfrutas del sexo oral. :-)

Hay muchos otras partes del cuerpo que tampoco utilizamos estrictamente en su función natural, y no sólo en el sexo.

Por supuesto este post no intenta convencer a nadie de practicar nada pero la teoría de la función natural no tiene sentido.

Yo vivo con la fantasia de penetrar a mi esposa por la puerta de atras, se lo he mencionado pero no esta de acuerdo por lo ve.como degeneracion sexual y en contra de su moral.
Parece que no tendre esta experiencia porque amo a mi esposa y no quiero buscar alguien mas para cumplir mi fantasia.